Los neumáticos son el único elemento de contacto entre el vehículo y la carretera, por ello, son los que sufren mayor desgaste.
Los cambios meteorológicos pueden incrementar la aparición de averías y fallos en los sistemas eléctricos de tu coche.
El paso del tiempo y la cantidad de kilómetros conllevan un desgaste especialmente notable en las piezas móviles.
Tener bien lubricadas todas las piezas del motor permite evitar su desgaste, preservarlo de futuras averías y garantizar su buen funcionamiento.
Tener bien lubricadas todas las piezas del motor permite evitar su desgaste, preservarlo de futuras averías y garantizar su buen funcionamiento.